Imagen: Galatea DNegro

Datos personales
Nombre: Cacique Charrúa
Conocido como: Abuelo Chuarrúa (1)
Nombre Humano: Senaqué (2)
Sexo: Masculino
Fecha de nacimiento aproximada
(según calendario cristiano europeo):

21 de agosto de 2000 a.C
Fecha de defunción:
11 de abril de 1831 (3)
Edad real (de existencia en el mundo):
3500 años
Edad física: 22 años (4)

Creador: Galatea DNegro


Paleta de Colores


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No, debes consultar a Gala ( link aquí ) si te da permiso antes de hacerlo.


Galería

Aclaraciones:

(1) Sobre la elección de la nominación: Si bien existieron poblaciones pequeñas y contemporáneas a la tribu, los Guenoas, Mohanes y Minuanes –conocidos como Charrúas– fueron tan predominantes que en la época de la llegada de España al Río de La Plata (Río da Prata según los portugueses) o Río Solís (según los españoles), gobernaban todo el territorio de la, en ese momento, Banda Oriental.

(2) Sobre su nombre: Senaqué, jefe curandero y médico entre su gente, fue uno de los cuatro nativos capturados que fueron llevados a París en 1832 como piezas de exhibición de museo vivas, los últimos charrúas que quedaron en el mundo. Por supuesto, debido a condiciones insalubres y falta de adaptación al ambiente (se los consideraba animales de zoológico), todos los originarios fallecieron enfermos dentro del siguiente año en Europa.
Un artículo del blog Nación Charrúa Artiguista dice “Senaqué se enfermó de una ‘fiebre de consunción’, causada principalmente por ‘la desesperanza, el tedio y, sobre todo, la nostalgia’.
Esta es la figura histórica real: http://chancharrua.files.wordpress.com/2011/04/medico-senaque1.jpg

(3) Fecha del inicio de la Matanza de Salsipuedes, que logró el exterminio Charrúa. Si bien duró un año y medio más hasta su fin definitivo, me pareció que esa fecha histórica de referencia fácil era más apropiada, por si se quiere investigar al respecto.

(4) Como guerreros activos y su temperamento exploratorio, muy pocos llegaban a la longevidad, manteniéndose activos hasta la llegada de los hijos. La edad de un guerrero charrúa óptimo oscilaba en los 20 años, así que tomé un promedio considerando el error de cálculo histórico.

Cacique Charrúa
Senaqué


Descripción física

Un joven de 1.75 mts., cabello castaño oscuro, piel cobriza/rojiza y ojos ámbar. De contextura maciza en la zona de los hombros y un abdomen de acero, destacaba su cuerpo preparado para las confrontaciones directas y resistencia para las heridas, ya que a pesar de ser buenos cazadores, los Charrúas se distinguían por sus atributos bélicos tanto físicos como intelectuales.

Su cabello tiene un corte similar al de Guaraní, ya que parte de las raíces de sus hijos descendieron desde el Norte junto con esa tribu, pasando por la Mesopotamia argentina (las provincias de Misiones y Corrientes, principalmente). También poseía un rasgo particular: sus ojos y su dentadura. Nunca se supo bien por qué poseía rasgos carnívoros similares a los de un felino; míticamente se le atribuye a su relación con los depredadores naturales, debido a la dieta ritual que sostenían basada en la antropofagia (canibalismo). Por otro lado, se cree que era simplemente un rasgo genético que conservaban de ancestros anteriores.

Sobre el omóplato derecho tiene una mancha color marrón claro, con la forma similar a la totalidad del territorio uruguayo. Se dice que los orientales que heredan esta mancha de nacimiento genéticamente poseen algún ancestro charrúa en su rama familiar.

Finalmente, como las cicatrices eran culturalmente atractivas entre los suyos, poseía muchas de ellas, siendo las más prominentes la de los brazos y el rostro. Sin embargo, las primeras fueron consecuencia de sucesos históricos específicos: la primera cuando se enfrentó a otras tribus del norte para quedarse con Bilué (el futuro Uruguay), ya que lo había encontrado en la frontera con Brasil; y la segunda cuando ocurrió el fin de su existencia, siglos después.

Personalidad

Opuesto complementario de Pampa, Senaqué era silencioso y meditabundo. No porque no tuviera nada que decir, sino porque siempre buscaba las palabras concretas para hacer el uso de la boca lo más económico y útil posible, como ser pragmático que era.

No ostentaba de reflexiones sobre lo espiritual puesto que estaba en constante contacto con ese costado, consiente de qué era y cuál era su deber; haciéndolo, a diferencia de sus hermanos, un poco más distante de las tribus que protegía

A pesar de esto no carecía de emociones; sino que al ser absolutamente reservado (rasgo que conservó Uruguay en parte), le significaba una mayor concentración de entrega con seres en particular. Tenía su manera de demostrar su cariño, protegiéndolos de la adversidad y dándoles consejos apropiados del caso, vigilando los pasos hasta que estuviera seguro de que podían andar solos y cuidarse bien.

Así fue con Pampa cuando eran jóvenes, y así fue con su nieto después.

En su costado más blando, adoraba a los bebés y sentía especial afecto por las mujeres, ancianas y jóvenes – siendo exigente con los varones. Se dice, además, que se mostraba absolutamente dispuesto y dulce con sus hermanas, especialmente Keraná, representante del Pueblo Guaraní. Pero jamás se supo a ciencia cierta por qué.

Mas cuando la guerra se aproximaba se mostraba como el gran estratega que era: carismático y entusiasta, con miradas y palabras inspiradoras que lo hacían mostrarse imperante y arrasador; propiedad que lo hizo no solamente conocido en la zona sino hasta los confines del antiguo territorio Azteca.

Propiedad, además, que enamoró a Artigas cuando lo conoció.

Religión y Cosmovisión

La concepción del mundo estaba presidida por la creencia de un "espíritu guardián". Estos espíritus se agrupaban por afinidades y sus conglomerados conformaban tres entidades independientes: el Gran Espíritu del Bien, el Maligno y el Gualicho.

Las energías de los tres interactuaban y se mezclaban en el mundo, tomando las más diversas confluencias; los humanos podían comunicarse con ellas mediante la meditación de ayunos. Cuando respondían, tomaban formas misceláneas para socorrer a quienes pedían ayuda (podía ser animal o humanoide).

Los espíritus de los antepasados, desde la tierra donde habían sido sembrados para que descansen y germinen, despertaban a veces, ya sea invocados, o porque ellos mismos decidían que era necesario. Se presentaban como una mariposa o un pájaro que se acercaba a dar señales que sólo los ancianos podían interpretar. O se introducían en los sueños para dejar sus mensajes.

Los espíritus guardianes de los lugares rituales, podían hacer daño si no se acercaban con respeto, o eran ignorados.

Las fuerzas malignas no se incorporaban a la gente buena, se ocupaban de los cuerpos y mentes de los enfermos de ambición, o de los débiles en sus convicciones; al hacerlo conducían a la destrucción de los otros, de la Naturaleza, o de sí mismos.

Charrúa también creía en los fantasmas, que no eran sino entes que no aceptaban la muerte del que fue su cuerpo y vagaban por donde vivieron marcando su presencia con sonidos y apariciones, generalmente angustiadas y asustadas. Se realizaban rituales para liberarlos y lograr paz en su descanso.

Era por esta razón que el chamanismo estaba muy desarrollado; existían representantes del bien y del mal. Los primeros eran consejeros del grupo y conocedores de las yerbas medicinales; los segundos tenían la capacidad de enfurecer a la naturaleza desatando tormentas y desbordando ríos, exorcizando espíritus.

Otro pilar importante para su creencia era Guidaí, la fuerza de la energía lunar. Espejo del Sol, daba vida y fuerza a todo lo existente. La noche y su culto a la Guidaí de Zoba (la luna satélite) eran sumamente importantes a lo largo de toda la vida de la tribu. Era por eso que se presentaban a los recién nacidos desnudos a la primera luna llena; era para recibir la bendición de una vida próspera.

Finalmente, su aspecto más llamativo era el culto a los muertos: Todos eran llevados al Cerro Batoví en el actual departamento de Tacuarembó. Era una especie de gran cementerio general. Algunos charrúas acostumbraban llevar los huesos descarnados de los individuos que morían lejos de sus lugares de residencia para que fueran enterrados allí.

Luego de cavar la fosa y cubrirla con piedras, ponían las boleadoras encima clavando su lanza a un lado de la sepultura y al otro lado dejaban el caballo atado a una estaca, ya que era para el viaje que debía emprender el difunto. Tras un duelo de dos días llorando en sus chozas, desnudos y sin alimentarse, los varones parientes cercanos del muerto se atravesaban los brazos o los muslos, con una vara de guayabo u otra madera, levantándose con fuerza la piel y encajándola lo más cerca posible del hueso. Las viudas de los guerreros, en cambio, se les amputaban la falange del dedo ante la muerte de cada esposo, comenzando por el meñique.

Con el tiempo se fueron suavizando estos ceremoniales, ya que perjudicaba su carencia fundamentalmente en tiempos de guerra.

Historia

Senaqué era el referente principal de la tribu Charrúa, y su influencia fue reconocida en América del Sur, tanto como su ferocidad.

En el territorio que actualmente es Uruguay se sabe que existían otros grupos tales como los Guyanás, Yaros, y hasta algunos Guaraníes, que logró expulsar. Al resto logró controlarlos en un mandato legitimado acorde a las tradiciones de elección de Caciques de ese entonces, rotativas y democráticas.

Con la misma actitud, mantuvo a raya a españoles y portugueses manteniéndose, junto con Mapuche, como única población originaria intacta hasta períodos de colonización tardíos.

Las resistencias eran poderosas y su fama de sanguinarios demonios de las espesuras secas de la pampa oriental se hizo llegar. Muchos españoles en Europa recibían aterradores testimonios de las matanzas y la falta de piedad que los "animales" tenían, perdiendo más hombres que en ninguna otra ocupación realizada en América en siglos.

Esa era una de las razones por las cuales tenía interminables discusiones con su hermano Pampa acerca de su comportamiento y tratamiento con los venidos españoles; a su vez, recibiendo la aprobación de Mapuche e intercambiando información que utilizaba, en ocasiones, para llegar a Iracema - la madre de Brasil - y ayudarla en cuanto el diablo blanco Portugal le permitía acercarse al Sur del territorio carioca.

Por las noches, los primeros baqueanos cercanos al actual Río Uruguay juraban que podían escuchar los gritos de furia del charrúa ante la pérdida de un combate, y que muchos de los guerreros que fallaban o eran débiles, eran asesinados y devorados, víctimas cuyos huesos pasaban a ser el adorno de las insignias de los caciques. También juraban que desde los montes podían saber dónde caminaban puesto que los ojos se encendían en fuego por la noche y brillaban en la oscuridad como los de un gato.

Por supuesto, era un temor algo exagerado por los espantados extranjeros.

Pero no todos le tenían miedo. En 1812, José Gervasio Artigas, el prócer más importante de Uruguay, tuvo una relación de inclusión, compadrazgo y cercanía con la tribu originaria desde el principio, buscando la equidad de ambos pueblos en el territorio. Mediante sus hombres, logró acercarse a Charrúa para transmitirle sus ideales de libertad. Frente a la desolación que sus hermanos habían padecido bajo el yugo español y portugués, Senaqué hizo buenas y activas relaciones con los criollos uruguayos independentistas y se unió a sus luchas, codo a codo con su nieto hasta que Artigas fue exiliado por los gobiernos posteriores.

Los ideales marcados lo hicieron seguir la resistencia con su gente, pero el nuevo gobierno uruguayo (montevideano) estaba en contra de la reivindicación tribal, por lo que se organizó la feroz represión y matanza de Salsipuedes en 1831, logrando luego de muchos siglos la anhelada extinción total de la poderosa tribu.

Algo más

En la actualidad, Charrúa continúa recorriendo en forma espiritual (ya sea en su forma avatárica como pantera o como humano) las solitarias espesuras en el norte de su antiguo territorio, conviviendo con algunas tribus de Iracema y protegiendo con la misma ferocidad a las comunidades descendientes, elevando con una voz más potente el reclamo de la reivindicación de la Nación Charrúa, como muchos orientales reclaman hoy en el territorio.

La República Oriental del Uruguay, Sebastián Artigas, siglos después de secuestros y traslados constantes entre España y Portugal, Virreinato del Río de La Plata e Imperio de Brasil, volvió a Charrúa luego de décadas de aislamiento.

Por el reconocimiento de los primeros uruguayos artiguistas, ambos volvieron a acercarse para afianzar sus raíces casi un siglo después. Desde entonces, Senaqué vive (muy) alejado de Sebastián, pero siempre a disposición de él, en forma de una relación diplomática formal (aunque muchos confirman que cariñosa) y tienen encuentros en la casa de gobierno uruguayo, donde jefe tras jefe recibe a los representantes de Senaqué; se celebran los días conmemorativos nativos y éstos tienen importantes organizaciones nacionales de las comunidades.

La influencia tupamara del actual jefe de Sebastián hizo que Uruguay radicalizara esta posición, abriendo más aún el diálogo y teniendo encuentros frecuentes con su abuelo cuando se cruzan las fechas históricas; algo que Senaqué mantiene con orgullo puesto que Bilué mantiene firme sus raíces - algo que se nota según él, en sus ojos-.

Por eso siempre advierte de no hacer enojar a su nieto.

( Made with Carrd )